El director ejecutivo de la petrolera estadounidense Chevron, Mike Wirth, defendió la continuidad de las operaciones de la compañía en Venezuela, al afirmar que su presencia ha sido constructiva tanto para Estados Unidos como para Caracas, en medio del clima de tensión política y diplomática que enfrenta la administración de Donald Trump con el gobierno de Nicolás Maduro.
En una entrevista con Cnbc, Wirth señaló que el crudo pesado venezolano sigue siendo altamente demandado por las refinerías estadounidenses y destacó que la cooperación energética entre ambas naciones “puede servir como un puente en tiempos de fricción política”.
“Creemos que el comercio regional y la inversión extranjera son un vehículo para que los países trabajen juntos”, expresó el ejecutivo, al subrayar que el personal de inteligencia y seguridad de Chevron “monitorea constantemente la situación en el país”.
El pronunciamiento del empresario coincide con un contexto geopolítico complejo en la región. Desde principios de septiembre, Washington ha desplegado una campaña de operaciones militares contra embarcaciones presuntamente vinculadas al contrabando de drogas en el Caribe y el Pacífico, que según datos oficiales ha dejado al menos 62 muertos y la destrucción de 14 barcos y un semisumergible.
Pese al incremento de la presión militar y diplomática, el presidente Donald Trump descartó el viernes la posibilidad de ataques directos contra Venezuela, aunque su administración ha mantenido una postura firme frente a las actividades del régimen chavista.
Chevron, que ha operado en Venezuela por más de un siglo, mantiene una presencia significativa en la Faja Petrolífera del Orinoco a través de empresas mixtas con Petróleos de Venezuela.
Al respecto, analistas energéticos consideran que su permanencia en el país responde no solo a intereses económicos, sino también a una estrategia de la Casa Blanca para preservar su influencia en el sector energético venezolano, en caso de un eventual cambio político en el país suramericano.